EXPRESIONES ENGAÑOSAS: Dr: -Yo le he dicho mil veces que se preocupe por ella


∗ Yo le he dicho mil veces que se preocupe por ella.
Expresiones engañosas.!
— No siempre dicen, lo que quieres decir —

La psicoterapia para aprender a vivir,
es una compleja tarea que toma
toda la vida, y no siempre se logra el resultado deseado.

fb-marilart-di-marialaura-pedone-30Esta psicoterapia fue escrita para -Aprender a vivir-
Ojala usted logre ese propósito..!

Es un esfuerzo más en este sentido, en su lectura usted encontrará una serie de expresiones escritas con la exactitud con que fueron manifestadas por una gran cantidad de personas atendidas por mí durante un cuarto de siglo de práctica profesional ininterrumpida, -ellas reflejan mecanismos reactivo-adaptativos- que conspiran contra el crecimiento personal de quienes las pronuncian, como-:

Las encargadas de justificar un -comportamiento anormal,
las de defensa para culpar a otros de lo que les ocurre por su propia manera de comportarse-, e impiden la introspección,
las que obstaculizan alcanzar el autoconocimiento y las que hacen más
difícil la solución de las dificultades…

Yo le he dicho mil veces, que se preocupe por ella.

Esta expresión, al parecer, envía un mensaje positivo, pues preocuparse por uno es bueno. Y también brinda la imagen de que, a quien se le está diciendo no se preocupa por ella misma, y por eso la otra persona se lo ha repetido en infinidad de ocasiones. Nada más lejos de la verdad.

Quien la pronuncia generalmente es alguien no preocupado por sí mismo, y en la responsabilidad familiar que tiene (la madre o el padre), considera que cumple su papel pidiéndole a sus hijos que se preocupen por sus vidas, cuando él o ella no han sabido hacerlo. Esto es una falta de respeto doble, a sí y a los hijos.

Y sucede que la conducta de las figuras significativas, como son los padres, los maestros, los dirigentes o jefes, tiende a servir de modelo imitable. Si no se preocupa por usted, es risible pedirle preocupación a su descendencia cuando ese no es el mensaje que le transmite su proceder cotidiano.

Pero hay más, ese llamado de atención encierra el famoso mensaje de -Haz lo que yo digo y no lo que yo hago-, que es inmoral, pues exigimos para los demás lo que no consideramos para nosotros. Y cuando son los hijos quienes escuchan esto, conocedores de sus padres, el efecto es muy desagradable pues quieren hacerles creer algo negado por su propia experiencia.

No le pida a sus hijos que se preocupen por ellos.
Preocúpese por usted.
Tenga en cuenta que es la persona más importante de su familia,
porque si usted no funciona bien,
ello será una preocupación para sus seres queridos,
pues no podrán funcionar como cuando todo se desarrolla normalmente.

Preocúpese de su salud física y mental, para que ellos lo imiten.
Preocúpese de sí mismo y podrá llamarles la atención en el
momento en que descuiden este aspecto y lo más significativo,
tendrá toda la autoridad moral para hacerlo.

Si no lo hace de forma sana, sus seres queridos tendrán muy pocas
posibilidades de ocuparse de ellos porque la mayor
parte del tiempo lo tendrán que dedicar

a los problemas de usted.

Evite pues, reclamar atención sin necesidad, mecanismo utilizado con mucha frecuencia por personas con una ilimitada necesidad de afecto. -Ellas les piden a sus seres queridos que se preocupen por sí mismos y cuando éstos se disponen a hacerlo, le surgen al aconsejante problemas, como una descomposición estomacal repentina, una migraña insoportable, un incremento de la presión arterial no comprobada, o muy cercana a las cifras habituales, un malestar impreciso, en fin, cualquier queja que evitará a los demás realizar sus planes-.

En fin, les piden que se preocupen por sus vidas,
pero en realidad no los dejan hacerlo.

Prof. Dr. Sergio Andrés Pérez Barrero
Artista-Fred Calleri