Depresión e incomprensión


– La depresión nunca ha sido fácil de definir para los expertos –

Ninguna depresión es igual y de nada sirve
el mismo tratamiento psicológico para dos personas,
puesto que el sufrimiento, el dolor y la experiencia vivida
cambia mucho entre unos y otros.

Pero el dolor está ahí.
La falta, el vacío o el problema bombea en nuestro interior de un modo
silencioso e invisible porque en ocasiones, las peores heridas no dejan cicatriz exterior, sino una lesión en nuestro ser que dificilmente
puede ser entendida por quienes nos rodean.

-ES QUE MAMÁ SIEMPRE ESTÁ IGUAL-
Dicen en ocasiones, esos hijos que ven a sus madres o padres encerrados en la habitación sin demasiadas ganas de levantarse, o tomando una medicación que desconocen para qué es.

En ocasiones, una depresión se alarga mucho en el tiempo, y lejos de encontrar ese apoyo esencial de los nuestros, nos encontramos solo con el escepticismo y la crítica. Una realidad común que hunde aún más a la persona deprimida.


1. DEPRESIÓN Y SOLEDAD

El dolor no tiene forma ni color.
El dolor se mastica en silencio y se digiere.
Hay quienes lo afrontan de mejor modo y se ayudan de estrategias y adecuados objetivos que, poco a poco, van asumiendo día a día para vencer la depresión.

Otros, sin embargo, deben vivirla en silencio para depurarla día a día, para entender la forma de ese sufrimiento y hacerle frente. Pues como suele decirse, para vencer a un enemigo, primero debemos conocer su nombre y su rostro para después, poder debilitarlo.

Pero en ocasiones cuesta, y es aún más complicado si quienes están a nuestro alrededor, solo nos muestran incomprensión y más vacíos.

La persona deprimida es una persona con una sintomatología concreta, que en muchas ocasiones, escapa a su control. Se siente cansado, sin fuerzas, con apatía y con falta de motivación. La mayoría de sus pensamientos van a ser negativos, y puede que hasta muestre cierto resentimiento. Si no disponemos de un círculo familiar y social que entienda esto, es complicado que podamos superar la depresión.

Es complicado de entender sobre todo para los niños, y requiere de un gran esfuerzo de voluntad, afecto y respeto por parte de los cónyuges y otros familiares. Si nos ven como -personas apáticas y blandas- y no como -personas con un problema a superar-, van a hacer muy poco por nosotros, salvo ofrecernos más dolor.


2. LA IMPORTANCIA DE ENTENDER A LA PERSONA DEPRIMIDA

Es algo vital. Una depresión no es un resfriado. No es algo que uno elige tener o que sea resultado de un -carácter débil-. Nadie es inmune a ella y como tal, debe ser entendida y respetada.

Cuando alguno de nosotros experimentamos esta realidad, es fundamental que no lo escondamos y que lo pongamos en común con nuestra familia y todo nuestro círculo social más cercano.

Tengo depresión, mi problema es éste..
No puedo superar tal cosa, no sé cómo enfrentarme a tal
dimensión y me siento de este modo..

Básico también que lo entiendan los más pequeños, que sepan que NO estamos cansados o que los queremos menos, o que estamos enfadados con ellos. Estamos enfermos y necesitamos de toda la ayuda y amor posible.

Hay personas que prefieren esconder la realidad de la depresión a sus hijos para evitar que sufran, o simplemente, porque piensan que los más pequeños no lo van a entender.

Pero los niños necesitan saber y comprender qué ocurre.
Todos en casa deben saber qué es, dicho trastorno
psicológico y qué se necesita para superarlo.

Una medicación determinada, una terapia adecuada,
y ante todo, el apoyo y la sincera comprensión familiar.

Sin ella, la depresión puede volverse crónica.

Es algo que no debemos descuidar.
El reconocimiento y apoyo a la persona deprimida es algo vital en nuestro día a día. Hemos de tener en cuenta que el diagnóstico de -la depresión supone casi un 10% en las consultas de atención primaria-, y como tal, deben desplegarse todo tipo de instrumentos para la ayuda a estas personas.

Siendo la comprensión y el apoyo familiar, lo más importante debemos evitar ante todo esa común afirmación de:
-Tengo depresión y me siento solo/a-

Apoya a quienes tengas a tu alrededor
con esta realidad, y si eres tú quien la sufres,
permite que te ayuden, y que te presten el
mayor de los afectos.

 

Busque ayuda inmediatamente si:
Se siente abrumado.

Está pensando en hacerse daño o en dañar a otra persona.
Es incapaz de controlar su comportamiento.
Tiene otros síntomas muy angustiantes de trastorno
de estrés postraumático.

EN CASO NECESARIO:
Llame a su médico.
Llame al 911 para servicios de emergencia
 o vaya
a la sala de emergencias más cercana.
En un caso de emergencia, puede llamar a:
SAPTEL “Sistema Nacional de Apoyo, Consejo 
Psicológico
e Intervención en Crisis por Teléfono”
(Cruz Roja Mexicana– 24 Hrs.) sin costo

SAPTEL
Av México #37, Hipódromo,
Cuauhtémoc, Ciudad de México.
Teléfono:(55) 52598121
E-mail: saptel.crlyc@gmail.com

Artista-Ewa Lanrecz