67. Los cinco mejores lamentos de los que van a morir


Bronnie Ware, pasó años trabajando en
cuidados paliativos, atendiendo a pacientes terminales en
sus últimas 12 semanas de vida.

Le impactó tanto, que decidió contar su experiencia
en un blog llamado: Inspiration and Chai, donde reprodujo
los últimos deseos de sus pacientes.

El éxito fue tal, que al poco
tiempo, lo plasmó en un controvertido libro titulado:

– Los cinco mejores lamentos, de los que van a morir –

Ninguna mención al sexo, tampoco les importaba
irse sin haber probado experiencias vibrantes, como hacer
puenting o no haber cumplido con otros clásicos
como escribir un libro o plantar un árbol,

Ware habla de la claridad y de la
visión espectacular que tiene la gente al final de sus vidas, y
cómo podemos aprender de su sabiduría.

Cuando les preguntaba de qué se arrepentían,
o si hubieran hecho algo de manera diferente, casi
siempre me respondían lo mismo:

«La lista era larga, pero
en el libro traté de centrarme en los cinco más comunes»

(explica la autora)

Estas son las:
Confesiones sinceras y reales, de las personas
que cuidé en su lecho de muerte.

1. Ojalá, hubiera vivido a mi manera.

Muchos se quejaban de no haber tenido el coraje de vivir una vida fiel a sí mismos, sino a lo que los demás esperan de ellos.
Cuando se dan cuenta que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás, es fácil ver cuántos sueños se han quedado en el camino. La mayoría, no había cumplido aún ni la mitad de sus sueños y tenía que morir sabiendo que era, debido a las
decisiones que habían tomado.

2. Ojalá, no hubiera trabajado tan duro.

Ware afirma, que ésta era la frase
más repetida por los pacientes de sexo masculino.
Casi todos los hombres que cuidó, sufrían por
haberse perdido la infancia de sus hijos, la juventud de sus hijos
y lamentaban no haber disfrutado más de la compañía de su pareja. Sentían que habían malgastado
tanto sus vidas; comprendieron tarde, que no se
debe basar la existencia en el trabajo.

3. Ojalá, hubiera tenido
el coraje de expresar mis sentimientos

A menudo las personas renuncian a
sus sueños e ideales, por el bien de los demás. Ocultan sus
sentimientos, con el fin de mantener
la paz de su entorno. Como resultado, se conforman con una existencia mediocre y nunca llegan a ser lo que en realidad quieren ser, o lo que realmente son capaces de hacer.

El origen de muchas enfermedades, tiene
relación con la amargura, la frustración y el resentimiento que
esto conlleva, explica Ware.

4. Ojalá, hubiera
mantenido el contacto con mis amigos.

Casi todos se acordaban de sus viejos amigos,
y recordaban con pesar los mejores momentos vividos a su lado,
lamentando no haber sido capaces de mantener
esa amistad con el paso de los años. Querían despedirse de ellos, pero no siempre fue posible localizarlos, cuenta Ware.

A veces nos sentimos tan absorbidos por nuestras propias
vidas, que es como si estuviéramos atrapados y renunciamos
a uno de los mayores tesoros de la vida,
-La amistad-
He sido testigo, de la profunda pena y arrepentimiento que esto ha ocasionado a mis pacientes, les atormentaba no haber dedicado a sus verdaderos amigos, el tiempo y esfuerzo que merecían.

Todo el mundo, echa de menos a sus amigos cuando se están muriendo, añade la enfermera.

5. No he sabido ser feliz.

Otra revelación sorprendente: muchos de los
pacientes, no se dan cuenta hasta el final de sus vidas,
de que la felicidad es una elección. Se quedan atascados en viejos patrones y hábitos.

El llamado confort de familiaridad, interfiere
con su salud emocional.
Por eso, insisto que uno de los principios claves
para la vida, es entender que lo único que necesito para ser
feliz, es una actitud agradecida ante la vida.

La queja es un imán para la desgracia.
Nos quejamos tanto de lo poco que nos hace falta,
que dejamos de agradecer lo mucho que tenemos.
Es fácil agradecer, cuando las cosas están bien
¡Por supuesto!, cualquiera lo hace.

Pero, la verdadera gratuidad se forja, cuando
las cosas están complicadas y el miedo al cambio les lleva a
pensar, que están contentos con lo que tienen,
cuando en el fondo anhelaban hacer otras cosas, como reírse más y hacer tonterías, concluye Ware.

 

Artista-KatTatz

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