AYÚDEME Dr: -Sólo quiero dormir


Ayúdeme doctor…

Solo quiero dormir..!

Presta atención, vamos a explicarte por qué
te pasa esto y qué es lo que te puede estar ocurriendo.

Los estados de apatía extrema y prolongados, sumados al acto de solo querer dormir o encontrar en la cama el refugio ideal para evadirse de todo, en la mayoría de casos, -son un indicio del sufrimiento de un trastorno depresivo-. Estos signos, además pueden ir acompañados de otros como, ganas de llorar sin motivo aparente, tristeza, angustia, culpabilidad, falta de apetito, debilidad, etc.

Son muchos los pacientes que sufren de depresión mayor, los que aseguran solo querer dormir y pasar el día así.

Es cierto que cada individuo es distinto y que la depresión puede afectar de diferente forma a cada uno de ellos, no obstante hay una serie de síntomas depresivos comunes y frecuentes y este, del que hablamos -solo querer dormir- es uno de ellos.

La hipersomnia: (sólo querer dormir).
La hipersomnia, hace referencia a la somnolencia excesiva aún habiendo dormido unas 7 horas seguidas. Este exceso de sueño durante el día y el hecho de querer seguir durmiendo, puede ser consecuencia de la depresión por diferentes motivos.

Por un lado, los trastornos depresivos pueden traer consigo -pesadillas, insomnio, despertares nocturnos continuos, mal descanso…, y esto derivar posteriormente, en una fatiga y somnolencia diurna considerables-.

Por otro lado, hay pacientes con depresión que encuentran en su dormitorio y en el acto de dormir, un refugio para dejar de pensar en lo que les afecta emocionalmente y librarse de la profunda tristeza, angustia y demás síntomas depresivos que experimentan.

Señales para saber si sufre de depresión mayor:
-La depresión mayor es un trastorno del estado de ánimo en el cual la persona afectada presenta uno o varios episodios depresivos, con una duración mínima de 2 semanas-. Seguidamente, vamos a detallar cuáles son los síntomas que pueden indicar que una persona padece de depresión mayor y por ende, deberá ponerse en manos de psicólogos y psiquiatras profesionales.

Según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y estadístico de Trastornos Mentales), para diagnosticar la depresión mayor, la persona debe manifestar al menos 5 o más de los síntomas que enumeramos a continuación durante un periodo mínimo de 2 semanas:

1.- Estado de ánimo depresivo gran parte del día y casi a diario.
2.- Apatía o falta de interés ante la realización de acciones y actividades que anteriormente resultaban placenteras y gratificantes.
3.- Alteraciones del sueño, como insomnio o hipersomnia.
4.- Aumento o pérdida de peso.
5.- Autoestima baja.
6.- Dificultades para concentrarse.
7.- Dificultades para tomar decisiones.
8.- Sentirse culpable.
9.- Tener pensamientos suicidas.
10.- Fatiga, cansancio y falta de energía.
11.- Retraso psicomotor o agitación.

Sin embargo todo organismo es diferente y la cantidad de horas de sueño requeridas para reposar adecuadamente varían en cada individuo. Hablando en términos globales:
Los bebés pueden dormir hasta 20 horas.
Los niños menores de 10 años, entre 10 y 12 horas.
Los mayores de 10 años, de 9 a 10 horas.
Los adolescentes precisan de 7 a 8 horas.
Y a los adultos les bastan 6 para recuperar la energía.

Desde luego esto no es una regla única, hay quien se siente bien durmiendo menos o por el contrario necesita más tiempo en la cama. Incluso existen casos excepcionales en los que alguien duerme únicamente 4 horas y con ello logra un descanso óptimo.

No obstante, muchos conocemos a personas que aseguran haber dormido el tiempo suficiente y sin embargo lucen somnolientas gran parte del día, bostezan constantemente o -se les cierran los ojos-. Gente que sin desvelarse tiende a quedarse -en brazos de Morfeo- a la primera oportunidad, en ocasiones sin importar el lugar o la situación donde se encuentre: -la casa, la escuela, el trabajo, el cine, las fiestas, en medio de una conversación, etcétera-.

-Me muero de sueño-
-La somnolencia diurna- excesiva, es una queja frecuente en los consultorios médicos. Una de las causas comunes es la ingesta de medicamentos -antihistamínicos o antidepresivos-. Otra razón puede ser una -infección viral como la mononucleosis (fiebre glandular)-, o -infecciones respiratorias e intestinales- que con sus diarreas y vómitos deshidratan al individuo, provocando que se sienta agotado y con sueño.

Hay asimismo -enfermedades neurológicas- que causan somnolencia diurna, entre ellas: -la esclerosis múltiple, la demencia tipo Alzheimer y como anteriormente dijimos la depresión, o trastornos metabólicos como el hipotiroidismo. Además existen malestares infecciosos en el cerebro (como la encefalitis) que suelen provocar adormecimiento en el día-.

También debemos mencionar algunas enfermedades o patologías que pueden provocar en la persona que las sufre un exceso de sueño, el sentirse muy cansado durante el día y la pérdida de energía vital. Entre estas afecciones, se encuentran las siguientes:

Diabetes: causa una significativa debilidad y fatiga debido a que los niveles elevados de glucosa, permanecen en la sangre y no se adentran en las células para proporcionarnos energía.

Anemia: la falta de hierro en la sangre puede provocar síntomas como fatiga, somnolencia y desánimo.

Problemas tiroideos: las enfermedades que afectan a la tiroides pueden provocar fatiga, apatía, debilidad muscular, cambios en el estado de ánimo, entre otros síntomas.

Enfermedades cardíacas: un corazón que se encuentra debilitado no puede satisfacer la demanda de energía del cuerpo. Cuando se sufre de problemas cardíacos, es normal el cansancio y la debilidad extrema.

También quien sufre -Apnea del Sueño (la apnea del sueño es un trastorno común en donde la respiración se interrumpe o se hace muy superficial)-, tiene deseos de dormir durante toda la jornada. Ésta se define como la interrupción completa del flujo nasobucal y la hay de dos tipos: -obstructiva y central-. La primera, obstaculiza las vías respiratorias por un crecimiento anormal de la campanilla o la lengua, mientras que: La segunda, se da en personas que tienen ciertas afecciones médicas, por ejemplo problemas en el tronco encefálico.

-Si ya descartamos medicamentos, trastornos metabólicos, depresión, cuestiones neurológicas, etcétera, y no encontramos una causa para el sueño excesivo, entonces el problema se clasifica como: -sueño idiopático-

-El sueño idiopático, llamado también hipersomnia-, suele constituir un grave conflicto para quien lo presenta. Debido a la frecuente somnolencia, es poca la atención que el individuo afectado, presta a las conversaciones que sostiene con otros. -Si estudia-, alcanza poca capacidad de concentración en las clases y ello le acarrea problemas de aprendizaje. -Si trabaja-, el adormecimiento le impide dar el rendimiento adecuado-. Y tratándose de relaciones interpersonales con pareja, familiares o amigos-, el escenario tampoco es alentador pues además de la mala calidad en la comunicación, tener sueño con tal frecuencia le hará propenso a mostrarse -enojado o irritable-.

Usualmente son los neurólogos y los psiquiatras -y en ocasiones los otorrinolaringólogos- los encargados de diagnosticar y tratar este tipo de padecimiento, que no es muy común.

Es importante diferenciar: -la hipersomnia de la narcolepsia-, enfermedad en donde resulta inevitable quedarse dormido incluso encontrándose en lugares y posiciones altamente incómodas, mientras que en la somnolencia diurna excesiva el sueño sí logra evitarse.

-Ayúdese a despertar-
Para enfrentar el sueño en el transcurso del día, -lo primero que se requiere hacer es determinar qué lo origina-. El neurólogo explica que si el problema lo ocasiona -algún fármaco- consumido por el paciente, será preciso suprimir dicha sustancia.

Cuando la somnolencia resulta ser síntoma de: -depresión-, el tratamiento con antidepresivos le ayudará a combatir el malestar; igualmente si se trata de -esclerosis múltiple- también se podrían utilizar medicamentos antidepresivos-.

En el mismo contexto, si lo que está provocando el letargo es una -apnea del sueño-, habrá que catalogar de qué tipo es ésta. -La obstructiva a menudo se presenta en gente obesa y con cuello corto, en cuyo caso el médico suele pedir al paciente que baje de peso-. Al eliminar la apnea el individuo tendrá mejor calidad de sueño y en consecuencia es de esperarse que deje de sufrir sopor diurno.

Asimismo, si el especialista determina que la persona padece -hipersomnia idiopática-, procederá a prescribirle un tratamiento farmacológico. También se sugieren ciertos cambios de hábitos, como -evitar el consumo de alcohol-.

Lo más importante, es no ignorar el problema. Si usted siente un nivel exagerado de sueño durante el día pese a que haya dormido lo suficiente la noche anterior, es momento de acudir a consulta para que sepa cuanto antes qué medidas seguir.

Doctor Francisco Céspedes.
Doctor Mario Alanís.

Artista-Ricardo Fernandez Ortega