50. El buscador

Dedicado a mi hijo el Güerito, el gran buscador…

– El buscador, es el que está en busca de sí mismo –

Abandone todas las preguntas excepto una:
¿quién soy yo..?

Después de todo, el único
hecho del que está seguro es que: -usted es-
El «yo soy» es cierto.
El «yo soy esto» no.

Esfuércese en encontrar lo que usted es en realidad..

Para saber lo que usted es, primero debe investigar y conocer lo que usted no es.
Descubra todo lo que usted no es —el cuerpo, los sentimientos, los pensamientos, el tiempo, el espacio, esto o eso— nada concreto o abstracto, que perciba puede ser usted.
El acto mismo de percibir, muestra que usted no es lo que percibe.

Cuanto más claro comprenda que en el nivel de la mente, usted solo puede ser descrito en términos negativos, tanto más rápidamente llegará al fin de su búsqueda y se dará cuenta de que usted es el Ser sin límites.

 Sri Nisargadatta Maharaj

Interlocutor: Es un hecho de experiencia diaria que al despertar, el mundo aparece repentinamente.
¿De dónde viene?
Maharaj: Antes de que algo pueda venir a ser, debe haber alguien a quien venga. Toda aparición y desaparición presupone un cambio respecto a un trasfondo sin cambio.

Al despertar la experiencia se desarrolla así:
– Yo soy —el cuerpo— en el mundo –
Puede parecer que surge en sucesión,
pero de hecho es todo simultáneo,
-una única idea de tener un cuerpo en un mundo-
¿Puede haber la sensación de -yo soy- sin ser alguien?

Int: Yo soy siempre alguien con sus recuerdos y hábitos.
No conozco ningún otro -yo soy-.
¿Entonces qué soy yo?

Mah: Es suficiente saber lo que usted no es.
Todo lo que puede decir es: «yo no soy esto, yo no soy eso».
Usted observa al corazón sentir, a la mente pensar, al cuerpo actuar; el acto mismo de percibir muestra que usted no es lo que percibe.

-Usted es El que percibe-

¿Puede haber percepción, experiencia, sin usted?
Una experiencia debe «pertenecer».

Alguien debe venir y declararla como suya propia, sin un experimentador la experiencia no es real, es el experimentador el que imparte realidad a la experiencia. Si usted no se da cuenta, es que usted no se presta ninguna atención a usted mismo, su mente está toda, con las cosas, las gentes y las ideas, siempre en el afuera, nunca con usted mismo.

Vea como funciona usted; observe los motivos y los resultados  de sus acciones, estudie la prisión que ha construido en torno a usted mismo, por inadvertencia, al saber lo que usted no es, usted llega a conocerse a usted mismo, una cosa es cierta:

-Lo real no es imaginario, no es un producto de la mente-.

Int: Por lo que yo puedo ver, no hay nada irregular en mi cuerpo ni en mi Ser real, lo que no ha ido bien es el «cuerpo interior»,  llámelo mente, consciencia,  cualquiera que sea el nombre.
Mah: ¿Qué considera usted que no va bien en su mente?
Int: Es inquieta, codiciosa de lo agradable y temerosa de lo desagradable.
Mah: ¿Qué hay de malo en su búsqueda de lo agradable y en su huida de lo desagradable?
El río de la vida corre entre las orillas del dolor y del placer.
La corriente de los estados mentales es sin fin.
Lo que nosotros llamamos placer es sólo un lapso, un intervalo entre dos estados dolorosos.

El  -Deseo y el Temor- son la trama y la urdimbre del hecho de vivir.
El deseo es el recuerdo del placer y el temor es el recuerdo del dolor.
Los momentos de placer son meramente lapsos en la corriente del dolor.
Ambos hacen a la mente inquieta.
Nuestra pregunta es: ¿puede haber una mente feliz?
¿Cómo puede ser feliz la mente?
¿Puede haber alguna otra mente, que una y armonice, que vea el todo en la parte y la parte como totalmente relacionada con el todo?

Int: La otra mente —¿dónde buscarla?
Mah: Yendo más allá de la mente que limita, divide y opone, poniendo fin al proceso mental tal como nosotros lo conocemos, cuando éste llega a su fin, nace esa mente.

Int: ¿En esa mente ya no existe el problema de la alegría y de la pena?
Mah: No como nosotros las conocemos.
El mundo real está más allá del alcance de la mente; nosotros lo vemos a través de la red de nuestros deseos, dividido en placer y dolor, justo e injusto, interior y exterior. -Nosotros somos esclavos de lo que no conocemos, de lo que conocemos somos señores-. Cualquier vicio o flaqueza en nosotros mismos, cuyas causas y funcionamientos descubrimos y comprendemos, los vencemos por el conocimiento mismo; lo inconsciente se disuelve cuando se trae a lo consciente, la mente se siente adecuada y se torna calmada.

Int: ¿Cuál es la utilidad de una mente calmada?
Mah: Cuando la mente está en calma, nosotros llegamos a conocernos a nosotros mismos como el presenciador puro.
Int: Ciertamente, usted ve el mundo existente que le rodea.
¡Usted parece comportarse con entera normalidad!

Mah: Eso es lo que le parece a usted. Lo que en su caso ocupa todo el campo de la consciencia es sólo una mota en la mía. El mundo dura, pero sólo un momento, es su memoria lo que le hace pensar que el mundo continúa. Su mundo está hecho de mente, es subjetivo, está encerrado dentro de la mente, es fragmentario, temporal, personal, cuelga del hilo de la memoria.
Int: ¿Es así el suyo?
Mah: ¡Oh, no! Yo vivo en un mundo de realidades, mientras que el suyo es de imaginaciones. Su mundo es personal, privado, incompartible, íntimamente suyo, nadie puede entrar en él, ver como usted ve, oír como usted oye, sentir sus emociones y pensar sus pensamientos.

-En su mundo usted está verdaderamente solo-, encerrado en su sueño siempre cambiante, que usted toma por la vida.
Int: ¿Está su mundo lleno de cosas y de gentes como lo está el mío?
Mah: No, está lleno de mí mismo. ¿Cómo puede algo ser estable en una mente que ella misma no es estable?

Int: ¿Cómo puedo hacer que mi mente sea estable?
Mah: ¿Cómo puede una mente inestable hacerse a sí misma estable?

Por supuesto no puede.
La naturaleza de la mente es vagar de un lado a otro.

Deseche todos los pensamientos excepto uno: el pensamiento -yo soy-.
La mente se rebelará al comienzo, pero con paciencia y perseverancia cederá y se tranquilizará.
Una vez que esté tranquilo, las cosas comenzarán a acontecer espontáneamente y completamente naturales, sin ninguna interferencia de su parte.

La verdadera felicidad no puede ser encontrada en las cosas que cambian y se desvanecen. -El placer y el dolor alternan inexorablemente-, la felicidad viene del sí mismo y sólo puede encontrarse en el sí mismo, encuentre su sí mismo real y todo lo demás vendrá con él.
Int: Si mi sí mismo real es paz y amor, ¿por qué está tan inquieto?
Mah: No es su sí mismo real el que está inquieto, pero su reflejo en la mente aparece inquieto porque la mente es inquieta. Deje a la mente en paz, permanezca consciente y no implicado.

Int: Dígame algo que me ayude.
Mah: ¡Usted sabe mejor lo que necesita!
Int: Yo estoy inquieto. ¿Cómo puedo obtener paz?
Mah: ¿Para qué necesita usted paz?

Int: Para ser feliz.
Mah: ¿No es feliz ahora?
Int: No, no lo soy.
Mah: ¿Qué le hace infeliz?
Int: Tengo lo que no quiero, y quiero lo que no tengo.
Mah: ¿Por qué no lo invierte?: Quiera lo que tiene y no se preocupe por lo que no tiene.

Int: Puedo ver el mecanismo de mi confusión, pero no veo mi salida de él.
Mah: El examen mismo del mecanismo muestra la salida.
Después de todo, su confusión está solo en su mente, que hasta ahora nunca se ha rebelado contra la confusión.
Se ha rebelado solo contra el dolor.

Int: ¿De modo que todo lo que puedo hacer es permanecer confundido?
Mah: Esté alerta. Indague, observe, investigue, aprenda todo lo que pueda sobre la confusión, como opera, lo que le hace a usted y a otros.
Int: Yo estoy lleno de deseos y quiero cumplirlos.
¿Cómo puedo lograr lo que quiero?
Mah: ¿Merece usted lo que desea?
De un modo u otro tiene que trabajar por el cumplimiento de sus deseos. Invierta energía y espere los resultados.

Int: ¿De dónde voy a sacar la energía?
Mah: El deseo mismo es energía.
Int: ¿Entonces por qué no se cumplen todos los deseos?
Mah: Quizás no fue bastante fuerte ni duradero.
Int: Sí, ese es mi problema.  Quiero cosas, pero soy perezoso cuando llega el momento de la acción.

Mah: Cuando usted desea el bien común, el mundo entero quiere con usted. Haga suyo propio el deseo de la humanidad y trabaje por él. Ahí no puede fracasar.
Int: La humanidad es obra de Dios, no mía. Yo estoy interesado en mí mismo. ¿No tengo el derecho de ver mis deseos legítimos cumplidos?
No harán daño a nadie. Mis deseos son legítimos. Son deseos justos,
¿por qué no se hacen realidad?

Mah: Use su mente. Recuerde, observe.
Piense clara y profundamente, penetre la estructura entera de sus deseos y sus ramificaciones. Ellos son una parte importantísima de su entramado mental y emocional y afectan poderosamente a sus acciones.

Int: ¿Y qué descubro?
Mah: Descubre que no hay nada que descubrir. Usted es lo que es y eso es todo.
Int: ¿Pero finalmente qué soy yo?
Mah: La negación última de todo lo que usted no es.
Int: ¡Yo no comprendo!
Mah: Es su idea fija de que -usted debe ser una cosa u otra- la que le ciega.
Int: ¿Cómo puedo deshacerme de esta idea?
Mah: Si confía en mí, crea cuando le digo, que -usted es la presenciación pura que ilumina la consciencia y su contenido infinito-. Purifíquese usted por una vida bien ordenada y útil. Observe sus pensamientos, sus sentimientos, sus palabras y sus acciones, eso aclarará su visión.
Int: ¿No debo renunciar a todas las cosas primero, y vivir una vida sin hogar?
Mah: Usted no puede renunciar.
Puede dejar su casa y dar un disgusto a su familia, pero -los apegos están en la mente- y no le dejarán hasta que conozca su mente por dentro y por fuera.
Lo primero es lo primero -conózcase a usted mismo-, todo lo demás vendrá con ello.

Int: ¡Pero usted ya me ha dicho que yo soy la Realidad Suprema!
¿No es eso conocimiento de sí mismo?

Mah: ¡Por supuesto que usted es la Realidad Suprema!
¿Pero y qué?
Cada grano de arena es Dios; saberlo es importante, pero eso es solo el comienzo.

Int: Bien, usted me ha dicho que yo soy la Realidad Suprema. Yo le creo.
¿Qué es lo siguiente que tengo que hacer?

Mah: Ya se lo he dicho.
-Descubra todo lo que usted no es-. Ni el cuerpo, ni los sentimientos, ni los pensamientos, ni las ideas, ni el tiempo, ni el espacio, ni el ser, ni el no ser, ni esto ni eso, -nada concreto ni abstracto- que pueda señalar es usted.

Int: ¿Y qué hace usted cuando está dormido?
Mah: Soy presenciador del hecho de estar dormido.
Int: ¿No es el sueño profundo un estado de inconsciencia?
Mah: Sí, soy presenciador del hecho de estar inconsciente.
Int: ¿Y cuando está despierto, o soñando?
Mah: Soy presenciador del hecho de estar despierto, o soñando.
Int: No le entiendo. ¿Qué quiere decir exactamente?
Mah: Permítame aclarar mis términos: por estar dormido quiero decir inconsciente, por estar despierto quiero decir consciente, por soñar quiero decir consciente de la mente de uno mismo, pero no de lo que me rodea.

Int: ¿No tiene usted miedo de la muerte?
Mah: Yo ya estoy muerto.
Int: ¿En qué sentido?
Mah: Yo estoy doblemente muerto.
No solo estoy muerto a mi cuerpo, sino a mi mente también.

Int: ¡Bien, usted no parece muerto en absoluto!
Mah: ¡Eso es lo que usted dice! ¡Parece conocer mi estado mejor que yo!
Int: Lo siento. Pero es que no comprendo.

Mah: Un trabajo tremendamente complejo se lleva a cabo continuamente en su cerebro y en su cuerpo, ¿es usted consciente de él? No, en absoluto, sin embargo, para alguien exterior todo parece efectuarse inteligentemente y con un propósito.
Int: ¿Es normal?
Mah: ¿Qué es normal? ¿Es normal su vida —obsesionada por deseos y temores-, llena de porfía y de lucha, carente de significado y de dicha?
¿Es normal estar desgarrado por los sentimientos, torturado por los pensamientos?
Todo es una cuestión de enfoque.
Su mente está enfocada en el mundo; la mía está enfocada en la realidad.
Es como la luna a la luz del día -cuando el sol brilla, la luna apenas es visible-.

O bien, observe como toma usted su comida. Mientras está en su boca, es consciente de ella; una vez tragada, ya no se interesa más en ella.

Int: ¡Pero usted está viviendo en el mundo!
Mah: ¡Eso es lo que usted dice!
Yo sé que hay un mundo, que incluye este cuerpo y esta mente, pero yo no considero que sean más «míos» que otros cuerpos y mentes.
Ellos están ahí, en el tiempo y el espacio, pero yo soy atemporal y aespacial.

Int: ¿Pero uno permanece consciente?
Mah: Como el universo es el cuerpo de la mente, así la consciencia es el cuerpo de lo supremo.
Int: ¿Pero sigue siendo una persona?
Mah: Cuando usted mismo cree ser una persona, ve personas por todas partes. En realidad no hay personas, solo entramados de recuerdos y de hábitos.
Int: Me he cortado la mano. Ha sanado. ¿Por qué poder ha sanado?
Mah: Por el poder de la vida.
Int: ¿Cuál es ese poder?
Mah: Es la consciencia. Todo es consciente.
Int: ¿Cuál es la fuente de la consciencia?
Mah: La consciencia misma es la fuente de todo.
¿Quiere conocer todas las causas de cada acontecer? ¿Es ello posible?

Int: ¡Yo sé que es posible!
Todo lo que quiero saber es si hay causas para todo y si las causas pueden ser influenciadas, afectando con ello a los acontecimientos.
Cada mañana hojeo el periódico y leo con consternación que los sufrimientos del mundo —la pobreza, el odio, y las guerras— continúan sin disminuir. Mis preguntas conciernen al hecho del sufrimiento, a la causa, y al remedio.
Mah: Usted está confundido debido a que -cree que usted está en el mundo-, -no el mundo en usted-.

Int: Todo lo que quiero saber es cómo tratar los sufrimientos del mundo.
Mah: Usted los ha creado de sus propios deseos y temores, trate con ellos. Todo se debe a que usted ha olvidado su propio Ser.
Int: Sin el poder de Dios no puede hacerse nada.
Ni siquiera usted estaría sentado ahí hablándonos sin Él.

Mah: Usted está siempre detrás de la mejora del mundo.
¿Cree realmente que el mundo le está esperando a usted para ser salvado?

Int: Yo no sé cuanto puedo hacer por el mundo. Todo lo que puedo hacer, es intentar. ¿Hay algo más que usted querría que yo hiciera?
Mah: Sin usted, ¿hay algún mundo?
Usted sabe todo sobre el mundo, pero sobre usted mismo no sabe nada.
Usted mismo es la herramienta de su trabajo, no tiene ninguna otra herramienta. ¿Por qué no se ocupa de la herramienta antes de pensar en el trabajo?

Int: ¿En qué modo afecta eso al mundo?
Mah: Cuando usted está libre del mundo, puede hacer algo por él.
Mientras es un prisionero de él, es impotente para cambiarlo.
Al contrario, todo lo que usted hace agravará la situación.
Usted es libre de cumplir sus anhelos. De hecho, usted no hace nada más.

Int: Lo intento, pero hay obstáculos que me dejan frustrado.
Mah: Vénzalos.
Int: No puedo, soy demasiado débil.
Mah: ¿Qué le hace débil?  ¿Qué es debilidad?
Otros cumplen sus deseos, ¿por qué usted no?

Int: ¿Qué se necesita entonces?
Mah: Desconfíe de su mente, y vaya más allá.
Int: ¿Qué encontraré más allá de la mente?
Mah: La experiencia directa de ser, conocer y amar.
Int: ¿Cómo va uno más allá de la mente?
Mah: Hay muchos puntos de partida —todos ellos conducen a la misma meta. Usted puede comenzar con un trabajo no egoísta.
Int: El maestro interior no se alcanza fácilmente.
Mah: Puesto que él está en usted y con usted, la dificultad no puede ser seria. Mire usted dentro, y le encontrará.
Int: Cuando miro dentro, encuentro sensaciones y percepciones, pensamientos y sentimientos, deseos y temores, recuerdos y expectativas. Estoy inmerso en esta nube y no veo nada más.
Mah: Eso que ve todo eso, y la nada también, es el maestro interior.
Conocer el sí mismo real de uno es dicha, olvidarle es aflicción.
Los poderes más altos de la mente son la comprensión, la inteligencia y la intuición. El hombre tiene tres cuerpos —el físico, el mental y el causal (prana, mana, karana). -El físico refleja su ser, el mental su saber y el causal su creatividad gozosa-.

Int: Yo soy pintor y me gano la vida pintando cuadros.
¿Tiene esto algún valor desde el punto de vista espiritual?

Mah: Cuando pinta, ¿en qué piensa usted?
Int: Cuando pinto, hay solo la pintura y yo.
Mah: ¿Qué está haciendo usted ahí?
Int: Pinto.
Mah: No, usted no pinta.
Usted ve que la pintura adelanta.
-Usted solo está observando, todo lo demás acontece-.

Int: ¿El cuadro se está pintando por sí solo?
¿O hay algún mí mismo más profundo o algún Dios que está pintando?

Mah: La consciencia misma es el pintor más grande.
El mundo entero es un cuadro.

Int: ¿Quién pintó el cuadro del mundo?
Mah: El pintor está en el cuadro.
¡El cuadro está en la mente del pintor y el pintor está en el cuadro, el cual está en la mente del pintor que a su vez está en el cuadro!

Int: ¿Cómo ve usted el mundo?
Mah: Yo veo a un pintor pintando un cuadro.
Al cuadro lo llamo el mundo, al pintor lo llamo Dios.

Int: Usted acaba de decir que el mundo está hecho por Dios.
Mah: Recuerde que el lenguaje es un instrumento de la mente; está hecho por la mente para la mente.

Int: Las gentes hablan de ver a Dios.
Mah: Cuando usted ve el mundo usted ve a Dios.
No hay ningún ver a Dios, aparte del mundo.
Más allá del mundo, ver a Dios es ser Dios.

La luz por la cual usted ve el mundo,
que es Dios, es la pequeña chispa:

– yo soy –

Aparentemente tan pequeña,
y sin embargo lo primero y lo último en todo acto de
conocimiento y de amor.!

 

Vivir es el único propósito de la vida.
Solo el Sí mismo es real.
La realidad no puede ser expresada.
La mente causa inseguridad.
La muerte de la mente es el nacimiento de la Sabiduría.

 

Yo soy eso.
Autor: Sri Nisargadatta Maharaj

Pintura: Angel’s Touch
Pinturas: creando la realidad
Pintura: Jacek Yerka LA MOUTON
Pinturas: Kush Vladimir

4 pensamientos en “50. El buscador

  1. Hola Laurentino, que gusto ponernos en contacto por medio de los escritos.
    Te agradezco mucho tu comentario y sobre todo tu bendición.
    Espero seguir en contacto contigo.
    Un beso…

  2. Hola Ceci, un enorme gusto recibir tu comentario.
    Tus palabras me llenan de gozo, saber que todos somos buscadores y que llegará muy pronto el día que sepamos en realidad quienes somos.
    Tendremos que despertar de nuestro sueño.
    Te mando un abrazo muy cariñoso,
    Paty…

  3. Fabuloso paty..que forma de desarrollar este artículo..hay muchos que me han encantado..pero este esta maravilloso…recibe un abrazo muy fuerte

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